La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a quince años de prisión a un anciano de 80 años y a su pareja, otro hombre de 47, por abusar del nieto del primero y mantener relaciones sexuales en su presencia.
La sentencia, contra la que cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, se ha dictado después de que los dos hombres reconocieran los hechos y aceptaran la pena tras una conformidad en el juicio contra ambos, que se celebró el pasado mes de marzo a puerta cerrada para asegurar la protección del menor.
La Sección Tercera de la Audiencia les ha condenado como autores de un delito de abuso sexual a menores de 13 años -el nieto tenía tres cuando ocurrieron los hechos-, de otro delito de corrupción de menores y de un tercero de exhibicionismo.
Además de la prisión, el tribunal les condena al pago de una multa de 2.160 euros cada uno de ellos, y a abonar de manera conjunta y solidaria una indemnización de 50.000 euros al menor, con el que no podrán comunicar ni acercarse durante un periodo de 25 años.
La sentencia también les impone una medida de libertad vigilada tras la salida de prisión de diez años de duración y les inhabilita para desempeño con menores durante 25 años.
Según los hechos que la sentencia recoge como probados, «en ocasiones» los dos hombres, «cuando se quedaban a solas con el menor y sin importarles la indemnidad sexual de éste, mantenían en su presencia relaciones sexuales».
Además, en una ocasión «con la finalidad de satisfacer sus deseos sexuales se pusieron de acuerdo para mantener relaciones» con él. Así, le condujeron hasta la cama y se desnudaron parcialmente, «para a continuación realizar el abuelo una felación al menor», mientras el otro hombre «desde la propia cama y en contacto físico con ellos, realizaba varias fotografías del acto».
La Audiencia ha considerado acreditados estos hechos a la vista del reconocimiento de los mismos por parte de los dos acusados. Además, se ha visto corroborado por la narración que el menor realizó durante su exploración judicial, por la grabación que el padre del menor realizó de la conversación con su hijo y por las fotografías que fueron recuperadas del teléfono móvil que agentes de la Policía Nacional encontraron en la entrada y registro del domicilio donde la pareja vivía.
Los dos llevan cerca de un año en prisión por estos hechos, y en el ejercicio al derecho a la última palabra en el juicio uno de ellos -pareja del abuelo de la víctima- pidió perdón por lo sucedido