En las primeras dos semanas de agosto, la Guardia Urbana de Lleida arrestó a 32 individuos. Entre ellos, había tres menores y 23 reincidentes, uno de los cuales ha sido detenido 43 veces. Solo un hombre de 42 años fue encarcelado, acusado de intentar asesinar al novio de su hija con un cuchillo.
Frente a esta situación, el alcalde de Lleida expresó su frustración: «Estamos cansados porque el esfuerzo de la Guardia Urbana para controlar la situación y hacer cumplir la ley no está respaldado por medidas más firmes del marco normativo o legislativo», declaró Fèlix Larrosa, del PSC.
El alcalde tenía planeado enviar una carta al fiscal jefe de Lleida para expresar su descontento. Tras reunirse con los líderes de la policía local, Larrosa sugirió que sería útil compartir entre los alcaldes la alta reincidencia de los detenidos. «Esto no puede continuar así, debemos tomar medidas. Nosotros no podemos hacer más de lo que ya hacemos: prevenir, mantener dispositivos en las calles y actuar cuando se comete un delito».