Noelia, chimpancé del Bioparc de Valencia, finalmente se desprendió del cuerpo sin vida de su bebé después de abrazarlo durante más de siete meses. Así lo refleja el periódico EL ESPAÑOL, a través de las fuentes del zoológico valenciano.
El comportamiento de Noelia, perteneciente a la subespecie Pan troglodytes verus, en peligro crítico de extinción, supuso un gran desafío tanto para el equipo académico como para el comunicativo del zoológico. Ante la difícil decisión de cómo actuar tras la muerte de la cría, el equipo del Bioparc decidió respetar el instinto maternal de Noelia y evitar cualquier intervención que pudiera afectar negativamente al grupo de chimpancés y a la confianza entre los cuidadores y los animales.
Quitarle el cuerpo a Noelia habría requerido sedarla, lo que también podría haber alterado a otros miembros del grupo, generando un ambiente de estrés.
El Bioparc emitió un comunicado para explicar la situación a los visitantes, acompañándolo de un vídeo divulgativo con imágenes de Noelia y testimonios de especialistas que explicaban el dramático comportamiento de la madre. Asimismo, el equipo de comunicación atendió personalmente a los visitantes que se veían impactados por la escena.
"Nos emocionó ver la empatía de los visitantes hacia Noelia", relatan desde el Bioparc. "Aunque hubo discrepancias, la mayoría mostró una profunda comprensión hacia el dolor de la madre, especialmente las mujeres, quienes expresaron un gran respeto por su duelo".
Finalmente, Noelia decidió dejar el cuerpo de su bebé, cuyo estado ya estaba muy deteriorado. Lo depositó en el suelo y no regresó más a él, lo cual fue interpretado por los cuidadores como un paso importante en su proceso de recuperación. "Ese fue el momento en que comprendimos que Noelia había finalizado su duelo y que podíamos intervenir para recuperar el cuerpo", explicaron desde el Bioparc.
La situación ha sido considerada como un éxito en términos de respeto por el comportamiento natural de los animales y su bienestar. Este es el segundo caso de pérdida que Noelia experimenta tras la muerte de otra de sus crías en 2018, y los especialistas esperan que este proceso le permita recuperarse y seguir adelante dentro del grupo.