Un profesor de Cádiz, concretamente del IES Ciudad de Hércules de Chiclana, ha denunciado que lleva dos año sufriendo graves agresiones y situaciones de acoso por parte del alumnado del centro. Sus compañeros se han manifestado este lunes con el objetivo de mostrar su apoyo y condenar los hechos.
Hace un año, según informa el Diario de Cádiz, la Policía Local de Chiclana intervino y varios jóvenes fueron expulsado, pero la situación no se solucionó y se ha extendido el acoso al profesor con alumnos de otros centros. Desde el claustro, relatan que los últimos acontecimientos se produjeron hace dos semanas, cuando comenzaron a arrojar piedras a la casa del docente, donde en aquel momento se encontraban tanto su esposa como sus hijas. Uno de los identificados estudia sexto de Primaria en un colegio donde trabaja la esposa del acusado.
El claustro ha informado a la Policía Local y el profesor denunció a la Guardia Civil en su momento. Según el manifiesto del organismo escolar, y que recoge el Diario de Cádiz, este caso se ha comunicado a la Delegación Territorial de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, e incluso al presidente de la Junta de Andalucía. «Desde estas altas instancias mostraron al inicio una gran preocupación por el tema y prometieron respaldar a nuestro compañero no solo de una manera simbólica sino de una manera efectiva, proporcionándole asesoramiento tanto jurídico como psicológico. Pero, desgraciadamente, esta ayuda nunca ha llegado a materializarse», apuntan en el manifiesto, donde se añade que no pueden «mirar a otro lado» cuando tienen constancia de los hechos que ha sufrido tanto el profesor como la familia.
«La dirección del centro ha tomado todas las medidas que estaban en su mano para penalizar estos actos vandálicos, aunque se encuentra de manos atadas cuando se producen fuera del horario escolar y cuando algunos de los implicados no forman parte del alumnado», añaden y finalizan en el medio de comunicación con la siguiente declaración del manifiesto: «es intolerable que ningún docente tenga que encontrarse ante este estado de indefensión, debido a la inacción de la Administración, la cual tiene el deber de ampararnos».