La suerte parecía estar echada cuando los niños de San Ildefonso cantaron el Gordo de Navidad, el esperado 72480. Sin embargo, lo que parecía una jornada sin sobresaltos dio un giro inesperado cuando, minutos después, una de las niñas del sorteo anunció un "segundo Gordo», el 43226, que en realidad correspondía a un premio de 1.000 euros.
Entre los murmullos y las risas nerviosas, algunos asistentes comenzaron a gritar: «¡Que enseñe la bola!». La confusión creció cuando la pequeña justificó su acción con total naturalidad: «Son 1.000 euros, pero un chico me ha dicho que lo cante».
El peculiar momento no tardó en hacerse viral, desatando una oleada de reacciones en redes sociales. Mientras unos usuarios bromeaban sobre la posibilidad de instaurar un «segundo Gordo» en futuras ediciones, otros no fueron tan comprensivos y acusaron a la organización de falta de control: «¿Cómo puede pasar esto en un sorteo tan importante? Parece un chiste», se leía en un comentario.
Desde Loterías y Apuestas del Estado han aclarado que el incidente no afecta la validez de los premios y han recordado que cualquier error en el canto no tiene consecuencias en el resultado final del sorteo, ya que las bolas y los números premiados quedan registrados previamente.