Varios policías municipales de Ibiza están patrullando este lunes por la tarde por la plaza de los Juzgados de Ibiza tras las quejas por los balonazos y actos vandálicos cometidos en esa plaza, con cámaras de seguridad rotas y arquetas de luz también reventadas por los incívicos juegos de grupos de adolescentes y niños.
Según afirman vecinos de la zona, los policías locales habrían hecho varias ‘rondas’ por la zona y habrían hablado con un grupo de adolescentes. Durante el rato que ha estado allí la Policía Local no había rastro de balonazos. Una vez se han marchado los agentes, han vuelto los fuertes pelotazos, molestando a vecinos y comerciantes de la zona, así como a quienes tienen que transitar por allí.
Sergio González Malabia, juez decano de Ibiza y Formentera, lleva mucho tiempo reclamando alguna medida efectiva para parar estos balonazos en la zona, pues además de estropear la sede judicial perturba el paso de los vecinos por esa zona, además de molestar a clientes de los bares que allí hay. Además de pedir soluciones al Ayuntamiento de Ibiza también se ha dirigido al Ministerio de Justicia.
En este punto es preciso recordar que numerosos ciudadanos de la ciudad de Ibiza suscriben las palabras y quejas del juez decano Sergio González Malabia por los daños que niños y adolescentes están causando con sus juegos al edificio de los juzgados.
Desde un conocido bar situado en la plaza de sa Graduada señalaron la semana pasada en declaraciones a este rotativo que «algún pelotazo nos llega», aunque lo peor, además de los juzgados, se lo llevan los vecinos de algunos edificios situados en el pasaje de la calle Castilla, donde sufren «fuertes pelotazos cada dos por tres y golpes en la entrada, además de ruidos y mucha suciedad».
«La verdad es que es algo que molesta», insistieron desde este local, considerando que deberían encontrarse soluciones a esta problemática.
Los responsables de la Pastelería Bonanza, situada justo en la esquina de la popular plaza, reconocieron que a ellos, desde que existen tantas terrazas en este espacio de Vila, no les afecta tanto que haya niños jugando a la pelota, «algo que no se puede hacer porque hay carteles que así lo indican», afirmaron.
«Siempre han jugado por aquí y ahora nos llegan pocos balonazos, pero sí que vienen muchos clientes del barrio quejándose. Muchos dicen que casi se han caído por culpa de una pelota. Los niños juegan fuerte, lanzando los balones con mucha potencia», concluyeron.
a buenas horas mangas verdes, aunque no extrañaría nada que los chavales continuasen jugando delante de los policías