Cecilia Giménez, reconocida mundialmente por su intervención en el Ecce Homo de Borja, ha fallecido a los 94 años, según ha informado este lunes el alcalde de la localidad zaragozana, Eduardo Arilla. Giménez residía en una institución local junto a su hijo, quien presenta discapacidad intelectual. La conocida restauración espontánea llevada a cabo por Cecilia en 2012 impulsó la popularidad del Santuario de la Misericordia y situó el nombre de Borja en el mapa internacional.
En agosto de 2012, Giménez decidió intervenir por iniciativa propia en la pintura original de Elías García Martínez, situada en uno de los muros del Santuario de la Misericordia, en Borja. A sus más de ochenta años y como pintora aficionada, pretendía conservar una obra deteriorada y de valor sentimental para los vecinos, sin prever que el resultado de su acción atraerían la atención de medios internacionales como la BBC, Le Monde o The Telegraph. Tras advertir los daños causados, contactó personalmente con los responsables patrimoniales del municipio para comunicar lo sucedido.
Un fenómeno global
Lo que comenzó como una intervención anónima de una feligresa acabó por transformar la imagen de Borja. La pintura, que databa de principios del siglo XX y carecía de especial relevancia artística, se convirtió en viral tras la publicación del diario Heraldo de Aragón. Su singular restauración atrajo a miles de turistas, provocando un impacto turístico y económico notable en una localidad de apenas 5.000 habitantes.
El fenómeno Ecce Homo tan solo necesitó unas semanas para inspirar disfraces, documentales e incluso una ópera en Nueva York. En respuesta al inesperado interés, la iglesia habilitó un Centro de Interpretación que contextualiza la manipulación de la obra y recoge la historia reciente de Borja. "El cambio sufrido (no buscado) por el santuario es innegable: hubo un antes y un después del repinte del Ecce Homo", puede leerse en recursos turísticos locales.
Legado
A pesar del revuelo mediático, la autora soportó una fuerte presión pública y episodios de ansiedad tras la repercusión internacional. Sin embargo, la intervención de Giménez ha terminado por convertirse en un emblema del municipio zaragozano, marcando un antes y un después tanto para la comunidad como para el ámbito del turismo cultural español.