La Comisión Europea ha anunciado la puesta en marcha este lunes 12 de marzo en Estrasburgo del Centro de Conocimiento para combatir el fraude alimentario en la UE y potenciar la calidad de los alimentos tras los últimos escándalos de fraude alimentario como el que afectó a la carne de caballo hace unos años y más recientemente al aceite de oliva, el vino, la miel, el pescado, los productos lácteos y las aves de corral.
El Centro de Conocimiento sobre el Fraude Alimentario y la Calidad de los Alimentos, que estará constituido por una red de expertos y será gestionado por el Centro de Investigación Conjunto, coordinará las actividades de vigilancia del mercado y dispondrá de un sistema de información y alerta precoz sobre el fraude alimentario, incluido a través del seguimiento de la información publicada en medios de comunicación y su transmisión a la población.
Entre otros, vigilará la composición y propiedades de los alimentos comercializados con la misma marca y el mismo empaquetado en diversos mercados de la UE, con el objetivo de impedir las prácticas desleales de márketing comercial y productos de menor calidad en función del país donde se comercializa pese a su empaquetado similar, expuestas en los países del Este de Europa.
La comisaria de Justicia, Vera Jourová, ha dejado claro que el Ejecutivo comunitario se toma «muy en serio» la diferenciación «injustificada» en la calidad de los alimentos y ha subrayado la importancia de contar los «mejores datos científicos» para atajar el problema, motivo por el cual el Centro de Conocimiento también ayudará a desarrollar «una metodología común de análisis» que contribuirá a su vez «a aplicar y hacer cumplir la legislación alimentaria y de protección de los consumidores».
El centro también permitirá conectar los sistemas de información de los Veintiocho y de la Comisión, por ejemplo sobre la composición de determinados productos agroalimentarios de gran valor como el vino o el aceite de oliva.
Los expertos del centro, que financiará plenamente la Comisión y complementará el trabajo de La red de la UE contra el Fraude Alimentario, apoyará en el diseño de las políticas de la UE y de los Veintiocho facilitando el acceso a los últimos conocimientos científicos, incluido a través de informes periódicos, bases de datos y mapas interactivos entre otros. También contribuyendo a generar conocimientos específicos por país, por ejemplo indicando las competencias y las infraestructuras de laboratorio de los países.
El comisario de Educación, responsable del Centro Conjunto de Investigación, Tibor Navracsics, ha puesto en valor el papel de la UE para ayudar a atajar «una actividad delictiva trasnacional» como es el fraude alimentario y ha defendido que el Centro de Conocimiento «constituye un paso importante».
«Contribuirá a proteger la integridad de la cadena alimentaria de la UE y a salvaguardar la calidad de los productos alimentarios, generando así un valor añadido claro para los europeos», ha concluido.