Un equipo de historiadores medievales de la Universidad de York (Reino Unido) ha descubierto la curiosa historia de Juana de Leeds: una monja del siglo XIV que fingió estar muerta para poder escapar del convento y disfrutar de una vida de «lujuria carnal».
La historia ha salido a la luz gracias a una nota escrita en latín que estaba dentro de dieciséis grandes tomos de la época en los que se registraban los negocios de los religiosos de York entre 1304 y 1405, según ha informado The Washington Post.
El pequeño texto fue escrito por el arzobispo William Melton y le pedía a la monja que regresara al convento de St. Clement. «Adviertan a Juana de Leeds, monja de San Clement de York, que debe regresar a su casa», pone la nota. Allí mismo es donde señala que la religiosa ha caído en «el camino de la lujuria carnal».
Lo más rocambolesco de que esta historia es cómo logró huir del convento. Según explican en el texto, «con la ayuda de muchos cómplices y malhechores, creó con malicia un maniquí a la semejanza de su cuerpo» para «engañar a los fieles devotos».
El obispo asegura en la nota que de una manera «astuta e infeliz, dándole la espalda a la decencia y al bien de la religión», la monja «pervirtió su camino de forma arrogante» y lo cambió por el de «la lujuria carnal, lejos de la pobreza y la obediencia». «Ahora deambula fuera a pesar del peligro que supone para su alma y del escándalo que existe en toda la orden», pone la nota.
En Beverley, lugar donde ocurrieron los hechos, se generó un gran revuelo al saber que la monja no había fallecido. Por el momento, la investigación desconoce si la religiosa estuvo obligada a volver al convento.