Según el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, ciudadanos de entre 15 y 64 años de edad pertenecientes a la Unión Europea, manifestaron haber consumido cannabis alguna vez en su vida, lo que representaría un 27,4% de la población en ese grupo de edad.
Las políticas prohibicionistas tienen como objetivo reducir el consumo de la sustancia, pero de acuerdo a las cifras, la realidad es otra. Incluso desde 2016 en los países que se han realizado encuestas con referencia al tema, han notificado sobre estimaciones más altas de consumo, mientras que solo cinco naciones se mantuvieron estables, y solamente uno halló estimaciones más bajas que en las anteriores encuestas.
En el caso de Canadá el Senado aprobó legalizar el cannabis en junio de 2018, permitiéndose la producción y consumo de la sustancia a partir del 17 de octubre del mismo año, de esta manera, se convirtió en el primer miembro del G-20 en tomar esta medida.
Por otra parte, Estados Unidos ha avanzando en fortalecer el mercado del cannabis medicinal en conjunto con Colombia. A través de Northern Swan, un operador multinacional de la industria del cannabis de origen norteamericano y Clever Leaves (Ecomedics S.A.S), una compañía en Colombia verticalmente integrada y productora certificada de cannabis medicinal.
España ha avanzado en el comercio de la presentación medicinal del cannabis en CBD que tiene ácidos grasos saludables como omega 3, 6 y 9, cuya función es reducir el malestar, estabilizar el estado de ánimo, disminuir desequilibrios hormonales, así como mejorar el sueño, estimular la actividad cerebral, aliviar el dolor, entre otros beneficios.
El CBD se extrae del cáñamo de las plantas de marihuana y la cantidad de empresas que lo comercializan en Europa ha ido en incremento en los últimos años, de manera que en 2018 se produjo un aumento del consumo del 30%, que se valoró en 287 millones de euros.
Para este año se espera que el mercado alcance los 376 millones de euros, mientras que para 2023 se espera que el mercado logre los 1.500 millones de euros, con un crecimiento del 400%. La diferencia entre el THC y el CBD es resaltante, ya que mientras el primer componente tiene un efecto psicoactivo en el cerebro, el segundo no lo tiene.
Entre tanto, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom, envió una carta al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, para solicitar que se eliminase al cannabis de la lista de drogas más peligrosas, lo que implicaría someterlo a un nuevo estatus regulador.
Algunos de los aspectos a considerar en la legalización del cannabis, es que en España se generaría una actividad productiva e industrial de alto impacto. Según algunas estimaciones, la actividad económica superaría los 8.000 millones de euros, debido a las idóneas condiciones climatológicas y tecnológicas existentes en nuestro país para su desarrollo.