Estamos afrontando una situación de lo más inusual. La pandemia ha hecho que el futuro se presente con bastante incertidumbre en lo económico y lo social por los contagios que están teniendo lugar en todo el país. Esa incertidumbre se está trasladando a la economía en muchos hogares, sobre todo por los gastos inesperados que están surgiendo en muchos frentes distintos.
¿Cómo afrontar los gastos, tirando de ahorros o pidiendo un préstamo por internet? Esa es una pregunta que, desafortunadamente, se están haciendo muchas personas en la actualidad. Elegir una u otra opción es algo en lo que puedes recibir ayuda si conoces lo bueno y lo malo de cada una.
Ahorro vs préstamos, cara a cara
A la hora de afrontar cualquier tipo de gasto, siempre se pueden plantear dos posibles escenarios. Existen quienes prefieren recurrir a los ahorros para poder conseguir el pago rápido y sencillo de ese importe que tiene que abonarse repentinamente, o también quienes optan por pedir un préstamo o un crédito, sobre todo a través de internet ahora que la conexión a la red está tan extendida.
De esas dos, ¿cuál es la mejor opción? Lo cierto es que no es algo fácil de decidir a priori, ya que hay mucho factor contextual. Sin embargo, vamos a ver las principales ventajas y desventajas de ambos modelos para determinar cuál puede ser el mejor camino a seguir en cualquier caso.
Ventajas y desventajas de recurrir al ahorro
El ahorro tiene como ventaja principal que no es una deuda acumulada. Si eres una persona que tiene como hábito guardar una parte de los ingresos mensuales o semanales para poder afrontar cualquier gasto imprevisto en el futuro, verás que no hay intereses, que no hay cargos adicionales que sí aparecen cuando se recurre a un préstamo, y lo cierto es que eso es algo que facilita mucho las cosas cuando se trata de plantar cara a cualquier tipo de deuda.
Utilizas el dinero exacto que necesitas para ese gasto con el que quizá no contabas, sin tener que hacer devoluciones por plazos ni nada por el estilo. Todo se mueve fácilmente y sin trámites complicados, ni documentaciones, ni solicitudes. Es tu dinero, y lo usas precisamente para aquello para lo que estaba destinado. Como fórmula es sencillísima, como solución, es algo blindado.
Ahora bien, no todo el mundo puede ahorrar y tener ahorros suficientes como para afrontar cualquier gasto inesperado. Ahí entra en conflicto el primer problema en este terreno, ya que a veces puede ser difícil apartar una parte del presupuesto mensual para situaciones venideras, aunque la situación actual ha favorecido el ahorro en nuestro país. En ese sentido, el ahorro palidece frente a los préstamos, ya que estos pueden conferir el dinero que se necesita en cuestión de segundos.
Ventajas y desventajas de los préstamos
En internet se pueden encontrar toneladas de préstamos online, y ahí aparece la primera desventaja. Con tantas opciones disponibles y tantas variantes, es fácil caer en el error de no escoger la adecuada. La variedad y la cantidad son abrumadoras, y eso lleva a confusiones y errores que acaban trayendo importantes secuelas para los solicitantes de los préstamos.
Por eso, conviene conocer los diferentes tipos que hay y, sobre todo, las variables más importantes a la hora de solicitar uno. Respecto a ambos puntos, se puede obtener más información a través del enlace que te acabamos de dejar, procedente de un comparador que ayuda en este ámbito. Ahora bien, ¿cuáles son las otras desventajas de los préstamos en línea?
Además de la enorme variedad de productos financieros que se encuentran en la red, están los plazos de devolución y los intereses. Son dos aspectos que van de la mano y que determinan no solo el tiempo que se está pagando, sino también el extra de dinero que se debe pagar. Eso es lo primero que flaquea frente al ahorro, y es que para poder afrontar una deuda, tienes que asumir otra que, además te hará pagar más dinero del que debías originalmente.
Algo que complica las cosas pero que, por otra parte, tiene la ventaja de que te ofrece una inyección económica cuando no tienes manera posible de pagar algo. Es como dinero que sale de la nada, con la diferencia de que tienes que pagar por él con algunos recargos por el camino. Lo bueno, en este sentido, es que hay préstamos que anulan los intereses y que te permiten pagar única y exclusivamente el dinero que pides.
Así, sus desventajas son la variedad, los intereses y los plazos; mientras que sus ventajas son el obtener capital fácilmente. También se pueden añadir las facilidades para los trámites y la inmediatez al ingresar el dinero como ventajas ya que, ciertamente, hacen mucho más fácil todo lo que tiene que ver con el pago de ese gasto que no puedes afrontar en primera instancia.
¿Cuál es mejor entonces? Al final, todo depende del contexto y de la capacidad de ahorro. Por facilidades y comodidad, usar los ahorros es mejor; sin embargo, la facilidad de liquidez de los préstamos es algo que no se tiene con el ahorro.