Si eres amante de las setas y te gusta emplearlas en la cocina para diferentes recetas, pero no tienes la suerte de poder ir frecuentemente a recogerlas en el campo, está la opción de cultivarlas en casa para poder comer setas sin necesidad de comprarlas.
Los primero que hay que hacer es conseguir las propias setas o las esporas de la seta comestible que se quiera cultivar. Después, habrá que comprar o tener preparado el sustrato indicado para las setas, que puede ser simplemente tierra colocada en una caja. También se puede usar paja de trigo o de cebada o posos de café.
Para quienes no sean muy expertos a la hora de cultivar en el hogar, se puede recurrir a la compra de un kit de cultivo, unos packs que traen todo lo necesario para plantar setas en el hogar.
Después de conseguir todos los materiales mencionados para poder proceder a cultivar las setas, es necesario tener en cuenta una serie de condiciones que han de cumplirse para que las setas puedan crecer, así como una serie de cuidados que estas necesitan.
En primer lugar, la ubicación elegida para colocar el cultivo de setas debe ser un sitio que esté a la sombra, es decir, que no le dé de forma directa la luz del sol. Esto es lo que sucede cuando las setas crecen en el bosque de forma natural.
De igual modo, la temperatura que hay que otorgar al cultivo es de entre 15 y 20 grados, evitando las temperaturas extremadamente altas o demasiado bajas.
Además, al igual que sucede durante la época de setas en el campo, debe mantenerse una humedad alta en el ambiente. Si esto no es posible, hay que pulverizar con agua frecuentemente la zona donde se hayan cultivado las setas. En cuanto al riego, también ha de ser frecuente, dos veces al día, aunque esto dependerá de la especie.