Las infecciones urinarias son comunes en hombres y mujeres, y en algunos casos recurrentes. A pesar de tomar ciertas medidas de prevención, parece que nada es capaz de combatir la aparición de los molestos síntomas que causan estas infecciones. ¿Es posible que los probióticos puedan ayudar a tal fin?
Aunque los probióticos siempre los solemos asociar a la flora intestinal, en realidad, hay probióticos que restauran la flora vaginal. Estos pueden contribuir a disminuir las infecciones urinarias y a prevenir que aparezcan.
Las infecciones urinarias pueden aparecer por varios motivos y «constituyen una de las patologías infecciosas más frecuentes» tal y como explica la Sociedad Española Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). Algunas están asociadas con el embarazo, otras con una higiene deficiente.
También, limpiarse de atrás hacia delante o utilizar ropa mojada (el bañador durante el verano) puede contribuir a la aparición de las infecciones urinarias. Pero, no nos podemos olvidar de los antibióticos que, si bien destruyen las bacterias malas hacen lo propio con aquellas que se consideran buenas.
Los síntomas son muy molestos. Desde ardor al orinar, hasta sensación de querer ir al baño con frecuencia e, incluso, puede aparecer sangre en la orina. Gracias a los probióticos podemos llegar a prevenir esto.
Los probióticos son microorganismos vivos que impiden que las bacterias infecciosas afecten al tracto urinario, en este caso. Según el Centro de Información de Medicamentos de Cataluña (CedimCAT), los probióticos suelen estar compuestos por Lactobacillus, Bifidobacterium, Saccharomyces Boulard, Escherichia coli y Bacilli para que puedan ser efectivos.
Si bien algunos probióticos se pueden encontrar en alimentos como el yogur o los arándanos rojos (que se considera que previenen y mejoran la cistitis), en ocasiones, es necesario acudir a probióticos en forma de cápsulas, gel o tampones. Estos suelen tener unos muy buenos resultados en las infecciones urinarias.
Ante las infecciones urinarias pueden surgir dudas sobre cómo usar los probióticos. La respuesta es "depende". Si ya tenemos una infección de orina, lo ideal es combinar la toma de probióticos con la de los antibióticos que nos haya recetado el médico. De esta manera, podemos combatir la infección y evitaremos los efectos nocivos que pueden tener los antibióticos.
En el caso de que hayamos estado tomando antibióticos, la toma de probióticos debe hacerse después para restaurar la flora y evitar que la infección vuelva a parecer por encontrarnos vulnerables tras el tratamiento con antibióticos. Recordemos que estos también pueden provocar hongos, diarrea, etc.
¿Cuándo debemos tomar los probióticos antes? Cuando tengamos infecciones de orina recurrentes. Una vez al año podemos hacer uso de los probióticos que es posible adquirir en cualquier farmacia en los formatos ya mencionados. Pero, también nos podemos apoyar en la alimentación.
Consumir arándanos rojos (o cápsulas de arándano rojo) puede ayudar a prevenir la cistitis. Asimismo, conviene tomar probióticos en el caso de haber estado en tratamiento con antibióticos. De esta forma, evitaremos la aparición de las infecciones urinarias. Aunque todavía se están haciendo estudios, los probióticos son nuestros grandes aliados para prevenir infecciones de este tipo.