El debate sobre si poner una dosis de refuerzo a los adultos sanos ya vacunados contra el coronavirus está sobre la mesa. Mientras que España, al igual que el resto de países europeos, ya ha empezado a inocular una tercera dosis a los colectivos más vulnerables y lo hará en residencias de mayores, todavía está en el aire qué pasará con el resto de la población.
Por el momento, la posición mayoritaria de los científicos es que este pinchazo no es necesario, aunque la discusión sigue abierta, impulsada también por otra variables y la presión de las farmacéuticas. Desde la agencia del medicamento de EE.UU, la FDA, y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya han concluido con que no existe ninguna prueba sólida de que sea necesaria un refuerzo para la población general.
En esta mismo línea va el estudio del Grupo Colaborativo Multidisciplinar para el Seguimiento Científico de la Covid-19 (GCMSC) que ha descartado la necesidad de una dosis de refuerzo en la población general «en este momento» tras analizar la evidencia científica disponible, ha informado el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). Asimismo, el grupo ha asegurado que hay «evidencia sólida» a favor de una dosis adicional en algunos grupos de pacientes inmunosuprimidos, que considera necesaria para alcanzar niveles de inmunidad similares a los observados en la población general.
Para el GCMSC, la tercera dosis «debe considerarse» parte de la pauta de vacunación en estos casos y, de hecho, España ya ha comenzado a administrar vacunas de refuerzo en esta población específica. Sin embargo, han aclarado que es necesario acumular más datos para establecer criterios «claros» de edad y fragilidad para esta tercera dosis, que podría administrarse durante la campaña de vacunación contra la gripe del próximo invierno, han sugerido.
Esta corriente es la seguida por España y la que expuso la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) el 2 de septiembre, cuando en un comunicado defendió que «no existe, con la evidencia disponible, una necesidad urgente de administrar una dosis de recuerdo en adultos ya vacunados». Esta eficacia sostenida es igual en «todas las vacunas autorizadas» en la Unión Europea (Pfizer-BioNTech, Moderna, Janssen y AstraZeneca).
Aun así, todavía no hay una decisión definitiva y el organismo está estudiando la solicitud de Pfizer-BioNTech de autorizar la tercera dosis para los mayores de 16 años «a los seis meses de haber recibido la segunda». La conclusión llegará en las próximas semanas.