Un piloto de British Airways fue despedido, según informa ABC, después de que enviara un mensaje a una azafata confesando con orgullo que terminó «esnifando cocaína en el pecho de una chica en Johannesburgo».
La cadena de mensajes relataban una noche de desenfreno entre vuelo y vuelo horas antes de pilotar un vuelo de regreso de esa ciudad a Heathrow.
La mujer remitió esos mensajes a sus superiores priorizando la seguridad de los pasajeros y ellos decidieron cancelar ese vuelo de unas 12 horas de duración.
Durante la conversación el copiloto se jactó de sus travesuras, declarando: «He sido un niño muy travieso». Según reveló en la conversación con la azafata, el piloto había conocido a dos hombres locales, una mujer galesa de vacaciones y un «joven pájaro español» en un club nocturno de Johannesburgo. Y, tras varias copas, la velada culminó en el apartamento de uno de los locales.
Mientras un grupo de mujeres bailaba señaló: «Perdí mi camisa en alguna parte y uno de los muchachos locales saca un plato con unas líneas de coca. Entonces hay un debate sobre qué cofre es el mejor para hacer un golpe».
El hombre fue suspendido de inmediato y al llegar como pasajero al aeropuerto de Heathrow se le practicaron test de drogas que dieron positivo y fue despedido de forma inminente.
«De todos los malos comportamientos que ocurren entre vuelos, este incidente es difícil de creer», comentó una fuente anónima a The Sun, a lo que añadió: «Un primer oficial recibe una formación rigurosa y conoce la ley al dedillo. Su misión es proteger la seguridad de los pasajeros. La idea de enviar detalles de su sesión de bebida y drogas a una azafata entre los vuelos es extraordinariamente tonta».
Por otro lado, la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido emitió un comunicado en respuesta al incidente, destacando que las medidas de suspensión y rehabilitación se implementarían en casos similares para garantizar la seguridad en la aviación. «En estos casos, suspenderíamos inmediatamente el examen médico del piloto, lo que significa que no pueden volar. En la mayoría de los casos, el piloto sería evaluado por un equipo médico experto y, si deseara volver a volar, se implementaría un programa de rehabilitación integral».