«Al borde del colapso», así describieron algunos detectives que investigan el caso Madeleine McCann el futuro de la causa contra el sospechoso principal, Christian Brueckner.
Según recogen varios medios ingleses, los malos augurios se basan en la falta de nuevas evidencias y las dudas sobre los dichos del testigo principal.
Un fuerte cercana a la investigación ha declarado a The Sun que «las próximas semanas serán decisivas para los detectives que investigan a Christian Brueckner», ya que la policía alemana tendría hasta el fin de año para encontrar nuevas pistas antes de que la investigación fracase.
«Públicamente dicen que siguen convencidos de que él (Brueckner) está relacionado con la desaparición de Maddie y que presentarán pruebas a su debido tiempo. Pero, en privado, el caso está a punto de colapsar», detalló esa fuente.
«No hay nuevas pistas y el testigo principal en el que confiaban está totalmente fuera de juego», añadió. El testigo es Helge Busching, un criminal convicto que, hasta principios de este año, supuestamente trabajaba con policías alemanes compartiendo información sobre su examigo, Brueckner. Es quien habría contado que el acusado confesó que «ella (Madeleine) no había gritado».