Los besos contienen millones de bacterias aunque no lo creamos. Millones de ellas habitan libremente por nuestra boca, por lo que cuando besamos a alguien hay un intercambio de bacterias elevado Cabe destacar, que algunas son beneficiosas para nuestro organismo, mientras que otras no lo son tanto.
Un estudio de la revista Microbiome en 2014, un beso de diez segundos puede llegar a traspasar hasta 80 millones de bacterias, pero no hay que preocuparse. Un estudio publicado en The Conversation por la microbióloga Jéssica Gil y el biólogo Alejandro Mira, afirma que la mayoría de las bacterias que se transfieren son transitorias, por lo que se eliminan con rapidez.
«La capacidad de las bacterias para establecerse en la boca depende de si pueden adherirse a alguna de sus superficies o no. Además, el sistema inmunitario no se lo pone fácil, ya que la saliva concentra un tipo de anticuerpos llamados IgA, producidos por las mucosas, que intentan bloquear la adhesión de las bacterias», afirman en la investigación.
Es por ello por lo que es difícil que la bacteria logre establecerse en nuestra boca, pero cabe recordar que los hábitos de higiene dental son importantes para reducir aquellas que sean dañinas.