La adicción a internet y a las redes sociales es una realidad. Usar de forma ininterrumpida el móvil u otros dispositivos durante horas no exponen a un entorno digital controvertido. Ante este problema, la doctora Brigitte Stangl, investigadora de la Universidad británica de Surrey, ha realizado un estudio sobre este fenómeno para establecer la escala de adicción y donde han participado casi 800 personas.
"Nuestro principal objetivo era aclarar la diferencia entre utilizar Internet de forma problemática y ser adicto a ella. Descubrimos que cuanto más joven se es, más probabilidades hay de ser adicto a Internet, y que esta tendencia disminuye con la edad", apuntó Stangl.
Los resultados acabaron siendo los siguientes, según publica el medio El Periódico:
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Uso ocasional. Son aquellos que se conectan para realizar exclusivamente tareas y se desconectan. En esta categoría se encuentran personas no adictas y con el menor interés por las aplicaciones. La media de edad de estas personas fue de 33,4 años.
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Usuarios iniciales. Personas que pueden estar en línea más tiempo del que se esperaba, pero no están dentro del marco de adictos, ya que el uso es moderado. La media de edad fue de 26,1.
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Experimentadores. Son los que están inquietos cuando no están online y una vez se conectan se sienten aliviados. Su media de edad oscila entre 22,8 y 24,3 años, y están más dispuestos a probar nuevas aplicaciones que surgen.
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Adictos en negación. En este punto se encuentran personas que tienen comportamientos como los adictos, pero que no admiten que se sienten incómodos cuando están fuera de las redes sociales y se muestran en confianza cuando usan sus móviles.
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Adictos. Estos se encuentran en el 22,36% de los internautas conectados. Afirman su adicción abiertamente y reconocen que tienen un impacto negativo en ellos. Estos usuarios confían en que estas herramientas y su tiempo de uso es significativamente mayor que aquellos que se encuentran en el primer nivel (uso ocasional).