Unos pocos afortunados consiguen algo que millones de personas han soñado alguna vez: ganar la lotería. Algunos de los ganadores invierten ese dinero en saldar sus deudas, otros prefieren gastarlo en grandes casas o coches caros. Aunque también hay algunas personas que eligen dedicar su premio a fines solidarios.
Este ha sido el caso de un británico de 24 años llamado Dean Weynes que se llevó 3,8 millones de libras en la lotería repartidas en un sueldo mensual de 10.000 libras durante 30 años. Así, el joven decidió dedicar este gran bote a ayudar a sus padres con los cuidados de su hermano pequeño, de 23 años, que padece autismo severo.
Según ha recogido La Vanguardia, Weynes ha explicado que la situación familiar es complicada: "Mis padres se están haciendo mayores, así que es difícil para ellos. Si pudieran tener un servicio para que pudieran tomarse un descanso de vez en cuando y que no sea 24/7... Tener a los profesionales mejor preparados para cuidar de él marcaría la diferencia, sin duda".