Los ladrones tienen un nuevo truco para robar vehículos: 'truco de botella'. Esta táctica consiste en elegir una víctima que se encuentra repostando en una gasolinera cualquiera. Mientras el conductor está repostando y entra a pagar al local, los ladrones cogen una botella y la encajan entre el guardabarros y la rueda de delante, en concreto en la parte del copiloto.
Esto no producirá daños a los ocupantes del automóvil, aunque el roce de la botella ocasionará un ruido incómodo que nos pondrá en alerta sobre lo que ocurre. Lo habitual es bajar del coche sin apagarlo. Acto seguido será el momento idóneo para que los delincuentes se apropien del coche sin que tengamos tiempo a reaccionar para evitarlo.