Ya se sabe que en California hace calor. Las altas temperaturas les pasan factura a sus habitantes, pero también a la fauna del territorio, para sorpresa del dueño de esta casa. Una familia de osos se coló en su jardín para darse un chapuzón refrescante en la piscina.
La mamá oso trajo a sus dos oseznos para que disfrutaran del agua mientras el dueño del hogar grababa la escena, incrédulo. Sin embargo, parece que los pequeños son frioleros: no se atrevieron a lanzarse al agua, limitándose a mirar a su madre.
Eso sí, cuando tuvieron la oportunidad, los pequeños se lanzaron a jugar por el jardín. La madre les dejó que corrieran y subieran a un árbol. ¡Es una escena maravillosa!