Las altas temperaturas provocan que vuelvan las espiguillas y vuelen por el aire, sobre todo si se está en el campo. Estas se desprenden de plantas secas como el trigo. Para los humanos es inofensivas para las personas, pero para los animales no son tan buenas.
«Durante su caminata matutina, de repente se detuvo y comenzó a sacudir violentamente la cabeza. Me gustaría señalar que es un cocker spaniel con orejas largas que se arrastran por el suelo, por lo que es muy propenso a tener estas miserables espiguillas», desarrolla Huffington Post a través del dueño de un perro que compartió en la web lo que vivió su mascota. Y este añade que lo llevó al veterinario al ver cómo las espiguillas llegaban al tímpano.
Por otra parte, los veterinarios advierten que se pueden alojar en las fosas nasales, la vulva, el pene, los pliegues del párpado y otras zonas sensibles de los animales.