Cuatro personas han sido detenidas en Estados Unidos tras organizar un peculiar fraude a las aseguradoras: se disfrazaron de oso para simular ataques a sus coches de lujo y así reclamar indemnizaciones.
Los sospechosos presentaron varias reclamaciones alegando que un "oso" había causado serios daños a sus vehículos. Uno de los incidentes más llamativos involucraba un Rolls Royce Ghost 2010, supuestamente arañado en las puertas y con los asientos desgarrados. Para respaldar su historia, los acusados entregaron videos que mostraban al "oso" moviéndose dentro del coche. Sin embargo, los investigadores del Departamento de Seguros de California detectaron comportamientos poco creíbles en el animal grabado, lo que encendió las alarmas y llevó a descubrir el fraude.