El Alzhéimer es una enfermedad que empeora con el tiempo que provoca que el cerebro se encoja y que las neuronas cerebrales acaben muriendo, lo que se refleja en pérdida de memoria, problemas de comportamiento y pensamiento.
Un factor clave en su prevención es la alimentación ya que hay dos tipos de proteínas que tienen un papel protagónico en el desarrollo de esta condición de la que la hipertensión, el tabaquismo, la depresión, la falta de ejercicios físicos, la obesidad, la diabetes y el bajo nivel educativo son sus principales desencadenantes.
Dicho esto, para evitar que nuestras capacidades cognitivas es primordial consumir dátiles ya que favorecen la salud del corazón, colaboran con la regulación de la tensión arterial y fortalecen el ritmo cardíaco. Además, mejoran el funcionamiento del cerebro ya que tiene propiedades antiinflamatorias.
Por otro lado, para prevenir el deterioro cognitivo es aconsejable consumir antioxidantes, ácidos omega 3 y vitaminas B1, B6 o B12 presentes el verduras como el rábano, las espinacas, los tomates, cebollas, ajo y acelgas.