La Flor de Pascua es la planta de la Navidad que triunfa por excelencia, pero hay que saber que no es la única opción tradicional para decorar el interior del hogar durante estas épocas. Por eso según el equipo de Interflora estas son las plantas que no solemos usar, pero que son ideales para celebrar las fiestas navideñas y para regalar a nuestros seres queridos.
Árbol de Navidad natural: Un gran clásico en el que los pequeños piensan a la hora de hacer un regalo. En formato mini, para no invadir los hogares ajenos con una planta voluminosa, es una excelente idea para quienes quieran transmitir un mensaje de paz y amor. El árbol de Navidad celebra la renovación de la vida, es un árbol de hoja perenne que mantiene su maravilloso aspecto incluso en invierno. No olvidemos que el verde es el color de la esperanza, por lo que ni hace falta decir que transmite una sensación de esperanza continua.
Poinsettia sí, pero blanca: perfecta para Navidad, una alternativa a la clásica flor de pascua roja, pero sin alejarnos demasiado del modelo tradicional. La flor de pascua blanca es un símbolo de paz y pureza, como indica el color de sus pétalos. Simboliza la sencillez y la belleza de las pequeñas cosas cotidianas, los pequeños gestos y el inmenso valor de vivir el momento presente. Es un regalo apreciado que trae alegría al hogar de quien lo recibe.
Piñas: Las piñas están llenas de significados antiguos. Simbolizan desde siempre fuerza, prosperidad y prosperidad. Esto se debe a que es fruto de árboles de hoja perenne, que superan las temperaturas más frías y las adversidades, y protegen las semillas que llevan en su interior gracias a su estructura y fuerza. Por eso las piñas son un regalo precioso, para añadir a la decoración navideña, perfecto tanto para hacer un ramo más especial como para darle un toque extra a un centro de mesa.
Bolitas de acebo: elemento clásico navideño que no hay que olvidar. Son un complemento que simplemente embellece las composiciones. Las bayas son símbolo de alegría y prosperidad, y aportan luz y color a cualquier tipo de contexto. Al igual que las piñas, hacen referencia a un imaginario colectivo que celebra la fuerza de las plantas de hoja perenne y su capacidad para superar la adversidad con determinación. Su forma redonda recuerda la perfección y la sencillez. Son un elemento único e inconfundible para celebrar las fiestas navideñas.
Coníferas: Las coníferas, literalmente "portadoras de conos", se caracterizan por su follaje en forma de agujas. Son propios de la época navideña, y se pueden utilizar de diversas formas. Por ejemplo dentro de un centro de mesa, o para hacer más original un ramo de línea clásica. Sus hojas en forma de aguja y su aroma ayudan a crear un ambiente navideño inconfundible. Simbolizan la sencillez, la fuerza y la esperanza.
Amarilis: es una flor elegante, especialmente en su versión roja, perfectamente acorde con la Navidad. Simboliza orgullo, lealtad y determinación. Se adapta perfectamente a la decoración de interiores y es capaz de aportar una belleza atemporal a cualquier composición.
Rosa roja: inevitable, como siempre la rosa. Flor para cada celebración y cada ocasión, la rosa roja es el símbolo del amor puro y de su fuerza, que lo conquista todo. Las rosas se prestan a todo tipo de decoraciones y contextos y son apreciadas por todos. Además, se pueden secar manteniendo su inconfundible aroma durante mucho tiempo.
Lilium Blanco: es una flor elegante y refinada. En su versión blanca es símbolo de pureza y sencillez. Simboliza alegría, gratitud e inocencia profunda y sincera. El lirio aporta un mensaje extra a una composición floral creada específicamente para celebrar las fiestas, gracias a su color y sus significados intrínsecos.
Gypsophila paniculata: un clásico que, como las bayas, se caracteriza por su forma esférica, que recuerda a la sencillez y la perfección. Su color blanco hace referencia a un significado de pureza. Se adapta a cada composición, a cada momento del año y a cada ocasión. Es una flor silvestre, una planta perenne, y esto le da fuerza y determinación.