Investigadores de la Universidad de Monash, en Australia, están intentando arrojar un poco de luz sobre el funcionamiento del cerebro humano. Un estudio de este centro educativo ha podido observar que el cerebro comienza a sufrir una suerte de «recableado», lo que genera nuevas redes que se integran y se desconectan.
Es decir, cuando el ser humano se halla en la adolescencia y juventud este órgano cuenta con numerosas redes divididas en varios niveles de conectividad interna reflejando así la capacidad de que se produzca un procesamiento especializado, en un momento clave de nuestra vida donde estamos aprendiendo absolutamente todo, según recoge Computer Hoy.
Tras cumplir 40 años de edad este entramado empieza a cambiar y a estar más desconectado de esas redes individuales y más conectado globalmente. De esta forma, los adultos comienzan a mostrar pensamientos menos flexibles, formación de nuevos conceptos, una menor inhibición de la respuesta, así como un razonamiento verbal más bajo.
Hay que tener en cuenta que a medida que el cerebro envejece recibe menos glucosa. Esos cambios en las redes responden a que se reorganiza para funcionar igual de bien que antes.