Sr. Domingo Sanz, sin acritud y contestándole a su misiva del martes 6 del corriente, en el terreno que según comenta he elegido... Lo primero: al Sr. Pérez-Reverte lo leo y no soy indulgente con él, no soy quién para juzgar sus actos. Comentarle que la crítica realizada por él sobre los cambios de nombre de calles, lo comporta.
Mire, estamos en una crisis mundial y muchas familias pasando necesidades y su excelso alcalde, el Sr. Hila, se gasta creo que unos 40.000€ en el cambio de nomenclátor; le pregunto ¿se ha dado una vuelta por la plaza de España, esquina los Capuchinos? Hay muchas viandas posibles con esos cuartos, no cree? Ésta es la realidad de mi ciudad en estos momentos, no el cambio de nomenclátor. Mire sr. Domingo Sanz, lo que realmente me «altera», es que esta misma situación sucedió hace unos años en la ciudad de Barcelona, siendo alcalde la sra. A. Colau. La historia se repite en mi ciudad y no le encuentro la gracia, le recuerdo la cifra 40.000 €. De qué me vale que me argumente ahora que «rectificar es de sabios»; yo diría que en este caso es más adecuado decir «el hombre (alcalde) es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra», cosa que es humana y puedo excusar cuando los cuartos son tuyos. Creo que hay que ser más comedido en qué gastarse nuestro erario, el de todos, más en los momentos que vivimos. En cuanto al emérito y los Borbones, conozco bien la historia desde Felipe V.
Lo único que alego es que un anciano de 83 años, desde mi punto de vista, merece más respeto, creo acertado decir en este caso, «la mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo». Añadirle que gracias a su gestión, usted y yo podemos libremente dar nuestra opinión... le recuerdo que «es de bien nacido el ser agradecido».
Para finalizar, se comenta que hay tres Españas, la de los unos, la de los otros y la de los que estamos hasta los mismísimos de los unos y otros. En este momento que estamos soy verde.