Dicen que el tiempo pone las cosas en su sitio. También aseguran que la Justicia es lenta, pero siempre suele ser justa. El desenlace del 'caso Prensa Pitiusa', como así se ha denominado maliciosamente este asunto desde 2013, ha acabado con un archivo por parte del juez instructor, que el fiscal ha rechazado recurrir. No hay causa, ni irregularidades, ni tampoco ya leves sospechas. La administración podría o puede hacer las cosas mejor, pero no ha habido aprovechamiento del dinero público. Lo dice el juez en el auto hecho público la semana pasada. Sin embargo, la interpretación que hace Diario de Ibiza es muy diferente, una interpretación torticera y malintencionada. Se agarra a un párrafo en el que el juez dice que Sánchez-Jáuregui hubiese podido hacer las cosas mejor -desde el punto de vista administrativo- para insistir y reiterar que, aunque se haya archivado la causa, se produjo un mal uso del dinero público. Suponemos que debe resultar difícil para Diario de Ibiza, después de la campaña de acoso y derribo que llevó a cabo durante semanas y semanas, tener que asumir que el escándalo con el que ellos hacían desayunar día tras día a sus lectores y a Ibiza entera ha acabado en la nada más absoluta. Al margen del reproche sobre el procedimiento administrativo, ni una mínima diligencia, ni una nueva instrucción. Todo archivado. Ésta es la realidad. Pueden seguir opinando y llenando las páginas que quieran, pero no hay caso ni escándalo que valga. Todo lo demás es pura opinión, libre, pero opinión al fin y al cabo.
Interés por el dinero público.
El dinero público es de todos y debe ser custodiado con responsabilidad. En esto podemos estar todos de acuerdo, sobre todo en los tiempos que corren. Sin embargo, el semanario Prensa Pitiusa no es el único medio de comunicación que recibió dinero por insertar informaciones sobre ayuntamientos. Esta práctica se sigue realizando actualmente y Diario de Ibiza mantiene acuerdos con algunos ayuntamientos pitiusos para informar sobre lo que, siguiendo su praxis periodística, podría darse gratuitamente y sin ningún coste para el ciudadano. Publican informaciones que generan los ayuntamientos, la supuesta irregularidad que ellos han denunciado en contra de Prensa Pitusa. Se pudieron cometer algunos errores de forma, eso no se puede negar, pero Prensa Pitiusa siempre cobró por unos servicios publicitarios realizados. De estos errores administrativos que se producen a menudo se organizó un montaje mediático sin precedentes en Eivissa.
Un serial.
Una mentira no se convierte en verdad por mucho que se repita. Diario de Ibiza convirtió durante meses y meses medias verdades o mentiras enteras para crear un supuesto escándalo que, como ha dicho el juez y la Fiscalía, no ha existido. Que no era irregular lo ha dicho la Justicia. A partir de ahí se sucedieron noticias, artículos, comentarios, tiras cómicas y editoriales que pasarán a la historia del periodismo ibicenco. Debían pensar que tenían en sus manos el caso Noos y lo que manejaban en realidad era un asunto menor, por llamarlo de alguna manera, un problema administrativo entre una empresa periodística pitiusa y un ayuntamiento por unas facturas, lo más normal del mundo. El escándalo del siglo era la nada más absoluta por algún interés económico de las empresas periodísticas que atacaron sin mesura a Prensa Pitiusa. El jueves pasado insistían -solo en portada- sobre la teoría de las facturas irregulares. Se informaba que la Fiscalía, como el juez, no veía ningún delito en el escándalo que ellos mismos montaron en marzo de 2013, pero aún así insistía con las facturas irregulares, intentando mantener las dudas y desprestigiando a Prensa Pitiusa.
Acoso y derribo.
Es preocupante que, en los tiempos que corren, un medio de comunicación pretenda dirigir las instituciones al margen de lo que han decidido los ciudadanos. Esto es lo que se intentó en 2013 con Marienna Sánchez-Jáuregui por un escándalo que no era tal, por unas irregularidades que no tenían nada de delictivas. Los compañeros de viaje de Marienna Sánchez Jáuregui ya quedaron retratados este verano. Diario de Ibiza ha tardado algo más en quedar retratado.
Un futuro esperanzador.
Entre tantas mentiras, hay que felicitarse por la actitud de los políticos progresistas. Los mismos que vetaron a Prensa Pitiusa cuando gobernaron hablan ahora de equidad y responsabilidad. Los mismos que intentaron ahogar económicamente a Prensa Pitiusa, a pesar de ser un grupo mediático con prensa escrita, radio y televisión, hablan de transparencia y de legalidad. Los mismos que regaron con dinero público a Diario de Ibiza, el medio más beneficiado con mucha diferencia sobre el segundo. A estos adalides de la libertad solo les interesa la pluralidad cuando las opiniones les son favorables. Y solo se manifiestan a favor de la libertad de expresión cuando no se les ataca a ellos. Cuando ellos gobiernan son intocables. Suelen tener la piel muy fina. Tranquiliza saber que, cuando gobiernen ellos, ahora sí se respetará la Ley de Publicidad Institucional, que se contratará publicidad a los medios en función de la audiencia y no por criterios de afinidad. Y esperamos que en el futuro se mantenga el mismo criterio. Es decir, que se respete la libertad de opinión por encima de intereses partidistas. De momento, en el falso 'caso Prensa Pitusa', lo que ha ganado es la verdad y la Justicia. Solo podemos felicitarnos de que la verdad haya salido a la luz. Al final, todo se ha aclarado.