La lucha contra el fraude laboral se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios del actual Govern, que ahora pondrá en marcha una campaña para controlar una circunstancia reiteradamente denunciada por los sindicatos en los últimos años. El abuso de la fórmula de contratación por horas, un modelo que acaba encubriendo jornadas laborales mucho más amplias. El fraude se ha extendido en los últimos años de la crisis económica, aprovechando las enormes tasas de paro que se han registrado en las Islas. La eventualidad de buena parte del sector turístico ha propiciado estas prácticas, favorecidas tanto por empresarios sin escrúpulos como por trabajadores necesitados de mejorar sus ingresos.
Un control necesario.
Exigir el cumplimiento de la normativa laboral debe ser un principio irrenunciable para la Administración, entre otras razones porque establece criterios de igualdad en la libre competencia. Y más cuando, como así señalan los sindicatos, la extensión de los contratos por horas se está convirtiendo en una costumbre en determinados segmentos del empresariado balear. Hay que celebrar, por tanto, el interés por abolir esta cultura del puro y claro abuso laboral, que, además, supone la defraudación a la Seguridad Social y a la Hacienda pública. Los resultados de la campaña permitirán determinar la gravedad de una situación de la que, por desgracia, no se disponen datos fiables.
Evitar la ficción.
Un efecto colateral que cabe esperar de la labor inspectora que propiciará el Govern es una aproximación a la realidad laboral de Balears, la supresión de modelos que acaban generando un mundo irreal de los niveles de contratación laboral y que, en ocasiones, transmiten un falso optimismo. Además, es preciso sancionar a los empresarios sin escrúpulos que se aprovechan de miles y miles de trabajadores en paro para ofrecer contratos inadecuados con tal de salir de las listas del desempleo.