No sabemos quien debe asesorar a la delegada del Gobierno en Balears, Teresa Palmer, pero su gestión con el tema de los robos en casas de Eivissa ha sido errática y tardía. Palmer llegó el jueves a la isla cuando desde hace varias semanas vecinos afectados por los robos ya se estaban movilizando para que se actuase. Al llegar a Eivissa, Palmer intentó justificarse diciendo que la delincuencia había bajado en la isla en el último año y acto seguido reconocía el problema de los robos en viviendas. En los últimos meses se han producido casi 70 denuncias.
Faltan efectivos. El principal problema que tiene Eivissa es la falta de efectivos de la Guardia Civil, un tema que ya denunció este diario hace un año cuando detallamos todo el volumen de trabajo que tenían los agentes de la isla. Además de investigar los robos en viviendas, se acumulaban otras pesquisas que los agentes difícilmente podían trabajar con el tiempo necesario. Delegación del Gobierno sabe mejor que nadie en Eivissa faltan guardias civiles y conoce los problemas por los cuales no se disponen de las plantillas para evitar, precisamente, que se sigan produciendo tantos robos en viviendas.
Con urgencia. El problema de los robos en viviendas es, posiblemente, uno de los más graves que se viven en estos momentos en la isla. Lamentablemente, los ayuntamientos tienen pocos recursos para afrontarlo. Los policías locales asumen otras funciones y no disponen de tiempo para investigar este tipo de delitos. Por lo tanto, toda la responsabilidad recae en la Guardia Civil, pero para eso hacen falta más efectivos, más recursos, más especialización, pero sobre todo que la Delegación del Gobierno se tome en serio el problema. Mucho nos tememos que Teresa Palmer no ha sido consciente de lo que estaba ocurriendo. Tampoco las instituciones insulares han actuado con demasiada celeridad. Como en tantas otras ocasiones, han sido los ciudadanos los verdaderos protagonistas, lo que han impulsado una campaña ante la apatía de la administración. A ellos sí hay que aplaudirles.