Centenares de agentes de la Guardia Civil participaron ayer en una gran operación antidroga que se desarrolló en el poblado de Son Banya y diversas localidades de Mallorca, con ramificaciones en otras capitales españolas y europeas. Hace unas semanas, una operación desarticuló el ‘clan de la Paca' en Eivissa, con el resultado de 13 detenidos y un botín de 86.000 euros. En Mallorca ha habido un total de 43 personas detenidas, cuyo número podría ampliarse en el transcurso de los próximos días, y la cantidad de droga intervenida son el resultado de uno de los golpes más duros asestados contra el narcotrafico en Balears durante los últimos años; un negocio que sigue generando pingües beneficios y que demuestra su enorme capacidad de recuperación redada tras redada. No hace falta decir que la operación en Eivissa puso punto y final a la venta de droga en sa Penya, una gran noticia para los ibicencos.
Objetivo policial. El brillante despliegue de ayer supone la culminación de distintas intervenciones anteriores, realizadas tanto por la Guardia Civil como la Policía Nacional, que se han desarrollado en Mallorca y en Eivissa en los últimos meses. Los clanes involucrados en el tráfico de drogas se superponen a pesar de los esfuerzos policiales en su desarticulación. Por fortuna, el desánimo no hace mella en los investigadores, como ha quedado demostrado en el exitoso salfo final de las acciones simultáneas realizadas ayer tanto dentro como fuera de la Isla. La lucha contra los carteles de la droga son la prioridad de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, afortunadamente.
Medios técnicos y efectivos. Mantener el actul grado de eficacia en el combate contra el narcotráfico requiere, sin duda, garantizar, tanto en la Guardia Civil como en la Policía Nacional, los medios técnicos y humanos de que ahora disponen y, si es preciso, mejorarlos. Mallorca y Eivissa, y Balears en su conjunto, se ha demostrado que es una base fundamental en la llegada y distribución de sustancias estupefacientes de todo tipo. Es por ello que la sociedad balear debe felicitarse por haber logrado desmantelar una importante red de narcotraficantes, cuyo enriquecimiento ilícito se sustenta en la adicción de miles de personas, la mayoría de ellos jóvenes.