Podemos no pudo lograr que la ley de alquiler turístico incluyese el concepto “emergencia habitacional” para referirse a Ibiza. Ese era uno de los puntos de disputa entre podemitas y sus todavía socios de gobierno. Incluir el concepto “emergencia habitacional” era una de las condiciones de Podemos para apoyar la ley, que finalmente salió adelante pero no cómo quería el Govern de Francina Armengol. Hace mucho tiempo que Podemos defiende que Ibiza sea declarada una isla con «emergencia habitacional», pero hubiese sido mucho mejor saber qué significa este concepto y qué hubiese implicado para las personas que no encuentran una vivienda para alquilar.
Aclarar los conceptos. La propia socialista Bel Oliver dijo durante el pleno del Parlament que «emergencia habitacional» se trata de un concepto vacío de contenido. Eso es lo preocupante y lo que nos temíamos. Da la sensación de que se trata de un gesto hacia los votantes de Podemos en Ibiza, pero que no se concreta en medidas que puedan aplicarse a medio o largo plazo. De momento, como diría la canción, “parole, parole, parole”. Poco más. Y eso, a estas alturas de la película, ante las situaciones dramáticas que se viven en Ibiza por parte de muchas personas, suena a chiste malo y un intento de engañar a la opinión pública. Desde Més per Menorca también acusaron de «populistas» a Podemos por su postura con la ley de viviendas turísticas.
Una ley confusa. El problema es que la ley de pisos turísticos, que en realidad es una reforma de la conocida como “ley Delgado”, no aclara si se podrá alquilar a turistas en fincas plurifamiliares. La última palabra la tendrán los ayuntamientos y, además, falta un largo trámite para concretar las zonas donde se podrá desarrollar el alquiler turístico. Sin duda, una ley que no resuelve el problema, que aumenta la confusión sobre la actual problemática, pero que a la hora de la verdad todo el mundo se coloca medallas de una normativa que lo deja todo prácticamente igual. Para este viaje no hacían falta estas alforjas. El fracaso ha sido total y absoluto. Una tomadura de pelo.