Cuando empezó la legislatura en 2015 se afirmaba con rotundidad que no se cometerían los errores de los anteriores Pactes. Se aseguraba que habría unidad entre los partidos de izquierdas y que se había aprendido de las equivocaciones del pasado. Sin embargo, la experiencia demuestra que el Pacte 3.0, como se le ha denominado a este gobierno presidido por Armengol, adolece de los mismos problemas que tuvo Francesc Antich a la hora de gobernar: discusiones entre los propios socios de gobierno, desplantes en el Parlament e inestabilidad interna en forma de dimisiones. Que se anuncie una remodelación en el Govern tras la dimisión obligada de Biel Barceló demuestra que hay problemas internos, que el Govern no afronta el tramo final de la legislatura con garantías, y que Podemos sigue siendo un elemento que distorsiona la imagen.
A lío por semana.
Si la semana pasada hablábamos de los problemas en el Parlament con la ley de urbanismo, que en una de las disposiciones adicionales tuvo el voto en contra de Podemos y Més per Mallorca, esta semana se repite la inestabilidad con un asunto mucho mayor, la dimisión de Biel Barceló como conseller de Turisme tras su viaje gratis total a la República Dominicana. Y han sido los propios miembros del Pacte los más duros a la hora de valorar este error monumental del exvicepresidente del Govern, que ya era un cadáver político desde que saltó el escándalo de los contratos al exjefe de campaña de Més, asunto que no olvidemos que están investigando los jueces.
Sin estabilidad.
La gestión diaria del Govern se ve eclipsada con estos asuntos que están dando, de nuevo, la imagen de una izquierda más preocupada en resolver sus problemas internos que en demostrar que son una alternativa de gobierno. Cuando acabe esta legislatura ya habrán sido 12 años de gobiernos de coalición de centroizquierda y, pese a las euforias iniciales, no se han hecho avances significativos en políticas progresistas. A la espera de la próxima remodelación de gobierno, los ciudadanos siguen esperando qué pueden aportar estos gobiernos de Pacte. De momento, muchos líos y conflictos entre los partidos.