La noticia del cierre de la librería Vara de Rey ha provocado un gran impacto en la opinión pública ibicenca. Se trata de un establecimiento emblemático, con 40 años de historia, y muy conocido por los ciudadanos de Eivissa. Hay que lamentar este cierre, de la misma forma que también se ha anunciado las clausuras inminentes de Casa Domingo y Can Vadell, otros negocios emblemáticos del popular paseo. Entre otros motivos alegan el incremento del precio de los alquileres para o bien cerrar los negocios de Vara de Rey o cambiar de ubicación como ha anunciado que hará Ibifoto, pero evidentemente la metamorfosis que ha vivido el popular paseo con la peatonalización ha supuesto un cambio en la estructura empresarial. En Vara de Rey han ganado los restaurantes, sobre todo por sus terrazas, y han perdido el resto de negocios.
Peatonalización sí, pero con alternativas.
No hay que criminalizar las peatonalizaciones, que son una buena alternativa para el ciudadano y despejan de coches los núcleos urbanos. Todas las ciudades modernas han apostado por las peatonalizaciones y han sido un éxito. Al margen de que el diseño de Vara de Rey guste más o menos, la apuesta por la peatonalización es acertada, pero el problema es la falta de alternativas. Llevamos tiempo denunciando que el Ayuntamiento d'Eivissa, que parece hacer caso omiso a este -y a otros muchos- problemas, no ha encontrado soluciones a la falta de aparcamiento y hoy por hoy el centro de Vila, como dicen los propios empresarios, está muerto. Hablar de la Marina es caso aparte. Y eso, evidentemente, perjudica a los negocios, que viven de la gente que pasea por el centro de la ciudad. Sin gente no hay negocio. Es una paradoja, pero muchas veces se olvida.
Más aparcamientos con urgencia.
Por ello es imprescindible que el gobierno de la capital ibicenca busque soluciones a la falta de aparcamiento. No hay soluciones fáciles ni mágicas, pero lo que no puede hacer Vila es dar la espalda a la realidad. Lo único que hacen es retrasar el problema. Y mientras tanto, seguirán cerrando negocios porque los ciudadanos no acceden cómodamente al centro de la ciudad.