Hace varios días Periódico de Ibiza y Formentera informó a sus lectores de que el Consell de Formentera cuenta entre su personal de la Policía Local con un agente que no ha realizado el curso de formación correspondiente en la academia de policía y por tanto, sin contar con la habilitación necesaria para desempeñar tan especiales funciones y sin acreditar los conocimientos que se suponen a un agente de un Cuerpo de Seguridad, encargado de hacer cumplir la Ley y ejerciendo funciones de agente de la autoridad.
Aunque por una elemental precaución, sus superiores en la jefatura de la Policía Local de Formentera han dispuesto que no porte arma de fuego, que vaya siempre acompañado por otro agente y que no realice funciones de policía judicial, lo cierto es que este trabajador público está patrullando sin la formación que sí han recibido y acreditado poseer el resto de integrantes del cuerpo policial.
Laguna legal
Pese a lo extraño del caso, un representante del Sindicato de Policías de Ibiza y Formentera (SPBM), Salvador Barber, declara tajante que «no hay irregularidades al respecto» y que el agente en cuestión «cumple la normativa», aunque reconoce que existe una «laguna» legal.
Y es posible que así sea y que una anomalía legal permita que un agente de la Policía Local desarrolle sus funciones y tenga un empleo público sin que haya hecho el curso de formación y sin que haya acreditado poseer los conocimientos y aptitudes del curso de policía local, tras asistir a las clases teóricas y prácticas y aprobar las asignaturas que se imparten en la Escuela Balear de Administración Pública (EBAP).
Pero desde el punto de vista de la ciudadanía y del servicio público policial, esta situación ni es buena ni es deseable.
La formación es básica
Las autoridades competentes del Consell de Formentera como del Govern balear deben convocar al agente para que realice el curso de formación que han hecho todos los demás integrantes de la Policía Local de la isla. Y que lo supere adecuadamente aprobando todas las asignaturas y demostrando poseer los conocimientos que un agente debe tener para prestar un óptimo servicio público de seguridad.