La concejala de Urbanismo del Ajuntament de Sant Antoni, Cristina Ribas, ha pedido la baja del partido por el que se presentó a las elecciones municipales de 2015 y por el que obtuvo el acta de regidora, el PI Proposta per les Illes. Ayer lo hizo público a través de un comunicado en el que manifestó no sentirse respaldada en su tarea por el partido y también no coincidir con «los posicionamientos adoptados por la formación», sin entrar en más detalles.
Sin embargo, lejos de entregar su acta de regidora como cabría esperar de alguien que abandona el partido por el cual la consiguió, Ribas manifiesta su intención de seguir al frente de las áreas que le «fueron asignadas hasta el fin del actual mandato» si el alcalde Josep Tur Cires lo estima oportuno. Eso sí, como «regidora no adscrita».
Sin causa aparente
Recordemos que Ribas asumió la concejalía de Urbanismo y Actividades tras la dimisión de Juanjo Ferrer en septiembre de 2017, en virtud del pacto de gobierno entre PSOE, Reinicia Sant Antoni y el PI. Con esta decisión que Ribas no se ha molestado en explicar (quizás porque no puede) y que atribuye lacónicamente a que «no estaba a gusto» en el PI, aquel pacto salta por los aires a cuatro meses de las elecciones municipales y autonómicas. Además, se altera la composición política del Consistorio, lo cual puede tener consecuencias en forma de crisis de gobierno, como reconoció ayer la propia Cristina Ribas.
Tentada por el PSOE
Recordemos que el pasado lunes día 14 Periódico de Ibiza y Formentera informaba en primicia de que el candidato del PSOE a la alcaldía de Sant Antoni había ofrecido a los concejales de Reinicia Fran Tienda y Raúl Díaz, y también a Cristina Ribas, sumarse a su candidatura. Entonces, Ribas no quiso pronunciarse al respecto.
Parece claro que su decisión de romper el carné de el PI y no dejar sus cargos en el equipo de gobierno suponen una aceptación de la oferta del candidato socialista. La maniobra de afirmar que sigue como «regidora no adscrita» en sus cargos, no puede ocultar que estamos ante un caso flagrante de transfuguismo político propiciado por el PSOE.
Habrá que ver cómo reacciona el PI ante el torpedo lanzado por sus socios de gobierno, porque la posición de Joan Torres como miembro del equipo de Cires es ahora insostenible.