La coalición formada por PSOE y Reinicia Sant Antoni intentó ayer presionar al concejal electo de Proposta per Eivissa (PxE), Joan Torres, a quien necesitan sí o sí para reeditar un nuevo tripartito que gobierne el consistorio ‘portmanyí' los próximos cuatro años. Tras las declaraciones hechas a Periódico de Ibiza y Formentera por Torres, indicando que «estaría bien que reconocieran que algo no han hecho bien porque se han equivocado y mucho», los exsocios de Torres lanzaron un comunicado reconociendo que «ha habido errores, pero también muchos aciertos»; y que es comprensible que algunas decisiones «hayan podido incomodar a los compañeros del PI». Tras esta de cal, una de arena al afirmar que «sería incoherente que apoyaran una regresión al pasado», en clara alusión a un pacto con el PP, formación ganadora de las elecciones municipales del 26-M.
Estrategia fracasada.
PSOE-Reinicia deben ser conscientes que lo mal que les salió la estrategia de instigar un caso de flagrante transfuguismo con la concejala del PI, Cristina Ribas, actual número dos de la lista que lidera Simón Planells. No calcularon bien las consecuencias que podía acarrear aquel divorcio político artificial que perseguía primero expulsar al PI (ahora PxE) del gobierno municipal -pero manteniendo la mayoría en el pleno gracias a una tránsfuga- y posteriormente laminarlo en las urnas. Lo primero se logró con relativa facilidad, pero lo segundo ha resultado un fracaso que puede pagarse muy caro. Ahora el voto de Joan Torres es vital para mantener el poder, pero será difícil que él olvide las cosas que se dijeron, culpándole directamente de la marcha de Ribas.
PxE decide.
El próximo equipo de gobierno deberá surgir de un pacto. Hay varias posibilidades que podrían hacer que siga al frente la izquierda o que recupere el consistorio el centro derecha y todas deberán deberán contar necesariamente con PxE. Pero los regionalistas ya conocen la poca fiabilidad de un pacto con PSOE-Reinicia (al que ahora se incorporaría Podemos), como también saben el coste que les ha supuesto gobernar con ellos: pasar de tres concejales a tan solo uno.