El nuevo gobierno del Consell de Formentera presentó ayer su nuevo organigrama, donde la principal sorpresa es la supresión del cargo de gerente, que durante la pasada legislatura fue ocupado por el polémico Isidor Torres. Se trata, sin duda, de un gesto de la nueva presidenta, Alejandra Ferrer, que reconoce así que el papel que jugó Torres durante los últimos cuatro años, una gestión perjudicó mucho la imagen de su partido, Gent per Formentera, que perdió la mayoría absoluta.
Un gobierno de coalición.
El nuevo equipo del Consell de Formentera ha comenzado a caminar y las cosas han cambiado mucho respecto a hace cuatro años. Ya no hay un gobierno monocolor con mayoría absoluta y ni siquiera la presidencia será ocupada toda la legislatura por Alejandra Ferrer. La socialista Ana Juan presidirá la institución durante los últimos 20 meses después de rechazar una oferta de sa Unió para gobernar cuatro años «sin condiciones».
Sin gerente.
Pero lo más relevante de este nuevo organigrama es la supresión del cargo de gerente. Realmente sorprendía que una institución pudiese disponer de este tipo de cargo, más propio de una empresa privada que de una administración. Recordemos que gran parte de los escándalos vividos la pasada legislatura estuvieron protagonizados por Isidor Torres, desde las contrataciones irregulares de personal hasta la polémica elección del despacho de arquitectos de su cuñado y hermana, en Holanda, para redactar unos informes urbanísticos. Quedará para el recuerdo aquella comparecencia de Torres donde sacó pecho y atacó a este grupo de comunicación tras reconocer que su familia era regada con contratos públicos. En los tiempos que corren, donde el consenso deberá determinar la gestión del Consell de Formentera, alguien como Isidor Torres no tenía cabida. Apartarle en esta nueva etapa ha sido una sabia decisión por parte de Ferrer y la socialista Ana Juan.