El delegado del Gobierno en funciones, Ramon Morey, ha asegurado en Ibiza que los nuevos juzgados podrán inaugurarse en octubre, es decir, dentro de un mes. En cambio, el juez decano, Juan Carlos Torres, cree que será dentro de dos meses, es decir, en noviembre. Los nuevos juzgados son vitales para Ibiza y Formentera, pero hace falta ser realista y a la vista de las inundaciones vividas el pasado martes, parece demasiado aventurado decir que el edificio estará listo dentro de un mes. Hay que dar fechas realistas y olvidarse de otros aspectos con marcado matiz político.
Prueba de estrés.
Tiene razón el delegado del Gobierno al afirmar que las inundaciones de esta semana han sido una prueba de estrés para la que será nueva sede judicial. Los técnicos y la empresa constructora deben ponerse ahora manos a la obra para que estas filtraciones no se repitan cuando los nuevos juzgados estén a pleno rendimiento. Ibiza ya no se merece más situaciones tercermundistas en su Administración de Justicia tras lo vivido en los últimos años. Por eso hay que ser cautelosos a la hora de dar fechas, olvidar la situación política que vive este país, y mucho menos pensar en la inauguración en octubre, cuando previsiblemente nos encontremos en pleno período preelectoral. Lo que quiere el ciudadano es que el edificio abra sus puertas con todas las garantías. Las fotos de políticos inaugurando los nuevos juzgados es un tema menor y de algún modo bastante improcedente, porque si la ministra de Justicia no se ha tomado la molestia de visitar la isla hasta ahora, resultará un escarnio que venga a cortar la cinta el día de la inauguración oficial.
Garantías.
Por eso parece aventurado por parte del delegado del Gobierno anunciar que en un mes estará el edificio inaugurado. Y conviene recordarle a Morey que antes que él, otros dos delegados del Gobierno fallaron estrepitosamente en sus previsiones de apertura. Ibiza ya lleva demasiado tiempo esperando este nuevo edificio, pero lo que no merecen los ibicencos son más chapuzas ni improvisaciones. Lo que se espera son unos juzgados modernos y dignos. Lo demás es secundario.