El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el 2022 continua su tramitación al haber sido rechazadas las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox, Junts, Ciudadanos, la CUP, Coalición Canaria y Foro. El Gobierno de coalición, formado por el PSOE y Unidas Podemos, ha contado con los votos decisivos de ERC y el PNV para superar esta primera votación. El trámite parlamentario de las cuentas del Estado del próximo año, redactadas a partir de los cálculos del Ejecutivo de Pedro Sánchez, coincide con la difusión de las previsiones de la Comisión Europea para el 2022. El diagnóstico de Bruselas ha hundido las estimaciones de crecimiento para España, que queda relegada al furgón de cola de la recuperación en la zona euro. La economía española crece a un ritmo menor de lo previsto, un 1,9 por ciento menos de lo que esperaba el Gobierno, y no recuperará la actividad prepandemia hasta el 2023.
Fortalezas y debilidades.
Este difícil escenario presenta fortalezas como la recuperación del mercado laboral con una vigorosa creación de empleo y el repunte de los ingresos fiscales; y debilidades como el encarecimiento de la energía –con aumento del precio de la electricidad y los carburantes–, el incremento de la inflación, la escasez de materias primas y los problemas en las cadenas de suministro. Una coyuntura adversa en la que se impone el ajuste de las previsiones presupuestarias y definir las prioridades del gasto.
Baleares debe reclamar.
Baleares ha de hacer oír su voz durante la tramitación de los Presupuestos del Estado. Para ello cuenta con ocho diputados en el Congreso. Es el momento de reclamar porque carece de sentido que se introduzca el factor de insularidad y desaparezca el convenio de carreteras. Tampoco se entienda el veto a la enmienda del Partido Popular para destinar 16 millones de euros a compensar el coste del hecho insular para los funcionarios destinados a Baleares.