El texto de la futura ley turística, marco legal que debe marcar el futuro de la principal industria de Balears, introducirá una enmienda de importancia capital para garantizar el futuro de esta iniciativa legislativa del Govern. Dentro de la dinámica que marca la necesidad de plantear la reducción en el número de plazas de la oferta hotelera y de alquiler vacacional, el acuerdo presentado ayer –promovido desde Proposta per les Illes (PI)– con respecto a la reconversión en edificios residenciales los hoteles obsoletos es, sin duda, uno de los puntos más importantes del texto ya que garantiza la viabilidad de los objetivos que se persiguen.
Evitar la degradación
Con demasiada frecuencia, las leyes acaban convirtiéndose en meras declaraciones de intenciones políticas, respetables, por supuesto, pero que acaban varadas ante la realidad. Sacar del mercado plazas turísticas es una reclamación asumida por el propio sector, como quedó patente con la participación de las principales patronales en la presentación de la ley. La enmienda del PI supone la introducción de una importante dosis de posibilismo, los hoteles que subsisten en los márgenes del mercado tienen una opción importante de rentabilidad con su reconversión en edificios residenciales; un cambio que permite resolver problemas acuciantes de la sociedad balear. Hablamos de la falta de vivienda asequible y reducir la oferta turística balear.
La aportación del PI
La presentación de este martes del acuerdo revela el anorme grado de transversalidad logrado en las negociaciones de la ley turística, tanto por parte del Govern como por parte del PI para lograr la coincidencia de intereses en una cuestión tan delicada como esta. Los regionalistas han logrado ejercer el papel de puente en un tema crucial que afecta al futuro de nuestro sector turístico y por extensión del conjunto de Balears.