El progresivo deterioro del servicio de Atención Primaria del IB-Salut ha llegado a un punto en el que son los propios profesionales los que denuncian una situación que consideran insostenible, derivada en buena medida de la falta de profesionales para atender la demanda creciente de los últimos meses. La situación se ha agravado aún más si cabe por el estallido de contagios de las nuevas variantes de la COVID, circunstancia que ha incrementado la presión y ha evidenciado la escasez de recursos en la primera línea de la asistencia sanitaria pública en Balears.
Saturación constante
La carta firmada por más de cuatrocientos médicos de 44 centros de salud refleja el elevado grado de deterioro que sufre la atención sanitaria en las Islas, aspecto que no ha sido corregido por la gerencia del IB-Salut –responsable directo de la gestión– a pesar de las advertencias previas que se habían comunicado. Las quejas de los pacientes por la saturación en los centros de atención también han salido a la luz pública con insistencia en los últimos meses. Falta de médicos y enfermeras, bajas y jubilaciones han acabado generando un escenario insoportable, pero de difícil solución.
Abrir las vías de diálogo
Las propuestas de los sanitarios –reducir los horarios de atención y fijar un cupo máximo de pacientes diarios– no resuelven el fondo del asunto, entre otras razones porque amplían los retrasos en las visitas. Ampliar la plantilla de médicos y enfermeras no es una cuestión que se resuelva con facilidad, entre otras razones porque no hay mercado laboral al que acudir. El tema es de calado y compartido con otros países europeos, los cuales han reaccionado ofreciendo salarios e incentivos más atractivos que los que tiene en la actualidad la sanidad pública española. En este contexto no queda otra opción que tratar de alcanzar acuerdos que permitan rebajar la tensión que se acumula en los centros de salud de Balears. En beneficio de todos.