La remodelación y reapertura del Teatro Pereira por parte del empresario Pedro Matutes es posiblemente la mejor noticia en muchos años en el ámbito cultural de la ciudad de Ibiza. Sin embargo, el Ayuntamiento de Vila se dedicó a boicotear durante meses y meses las obras porque la remodelación fue encargada a Himar, constructora ligada al editor de este periódico.
Inspecciones y persecución diaria
Son muchas las evidencias que demuestran que hubo órdenes desde el gobierno municipal de Vila para perseguir a través de inspecciones las obras del Teatro Pereira. Para ello se enviaban casi a diario agentes policiales, cuyas órdenes eran, por ejemplo, exigir la licencia para poder exponer el letrero de Himar en el exterior de la obra cuando a la anterior constructora, Ferrovial, no se le exigió en una década que mostrase ninguna identificación ni permiso. Este acoso a las obras del Pereira, cuenta el empresario Pedro Matutes, se produjo en el momento que se le encargó a Himar, una empresa constructora con muchos años de experiencia, las obras de remodelación. Parece que algunos concejales se dedicaban en cuerpo y alma a seguir las órdenes de Rafa Ruig: perseguir a Himar.
Abuso de poder
Nada sorprende ya sobre la actitud que ha mantenido Rafa Ruiz durante sus ocho años de alcalde, su soberbia y en muchos casos chulería, pero realmente con el acoso a Himar y a la propiedad del Teatro Pereira cruzó una línea roja inaceptable en democracia. Ruiz tenía todo el derecho del mundo a defenderse de las críticas realizadas legítimamente desde nuestro medio, pero utilizó un camino equivocado. Ruiz igual no sabe que el abuso de poder puede ser constitutivo de un delito, pero lo peor es que un gobierno que presumía de potenciar la cultura estaba boicoteando el proyecto cultural más importante de Vila en aos que, además, no costará ni un euro a los ciudadanos. Lamentablemente para Ruiz el Teatro Pereira, pese a todos los obstáculos puestos desde su gobierno, será una realidad en meses.