El informe anual de seguridad nacional del Ministerio del Interior revelaba que durante todo el año pasado llegaron a las Islas Baleares 5.882 inmigrantes de forma ilegal. Si bien la llegada de migrantes en pateras se sucede en todas las Islas, es especialmente dramática la situación de las Pitiusas, en concreto, de Formentera, que tiene serias dificultades económicas y logísticas para poder atender a los menores migrantes no acompañados que llegan en estas embarcaciones. En este sentido, el Consell de Formentera ya inició los trámites para devolver las competencias de menores al Govern, un trámite del que, por el momento, se desconoce que haya avances. La realidad es que la última oleada de pateras ha dejado sólo en la isla de Formentera 148 personas llegadas de forma irregular, entre ellos, dos menores que elevan a 65 la cifra total de menores de edad que han llegado a las costas de la pitiusa sur en lo que llevamos de año. En el mismo periodo del año pasado, llegaron 30 menores. Durante todo el 2024, el total fueron 103 menores. A la vista de los datos de este primer semestre, no parece difícil que se supere la cifra total del año pasado.
Ayuda.
Óscar Portas, presidente del Consell de Formentera, lanzó este lunes una nueva llamada de auxilio para poder gestionar esta avalancha de personas. «El problema es el mismo de siempre: hemos pedido ayuda y auxilio a las todas las administraciones competentes, pero de momento no hemos obtenido ningún resultado», lamentó este lunes Portas en declaraciones a este rotativo, quien confía en que pronto llegue algo de ayuda del Govern. No se muestra tan esperanzado con la gestión del Gobierno central: «La cosa está mal: hemos pedido que mejoren los recursos que destinan a la lucha contra la inmigración en Formentera, que es la frontera sur de España, pero todo sigue igual y no hay ningún paso hacia adelante», afirma con resignación el presidente del Consell de Formentera.
Un cambio.
Este lunes se ha conocido que la Guardia Civil está investigando la aparición de cadáveres en el mar de migrantes con las manos y los pies atados ante lo cual la presidenta Marga Prohens ha lanzado nuevamente una llamada de socorro al Gobierno de Pedro Sánchez para que tome cartas en el asunto, deje de lado el «buenismo» y aplique «mano dura contra las mafias». El drama de la inmigración ilegal en patera, lejos de disminuir, es un problema que va en aumento. Por ello, es vital que el Gobierno central asuma que debe cambiar la política migratoria y ponga fin a este drama humano.