Cien años del Fomento del Turismo de Mallorca son otros tantos años de historia del turismo en la Isla. Es el momento de recordar el importante papel que desempeñaron en los comienzos del siglo XX un grupo de empresarios visionarios que supieron descubrir las potencialidades del turismo para Mallorca, una actividad que en aquel año 1905 nadie más aventuraba como el negocio que tiempo después acabaría convirtiéndose en el motor de la economía balear y que no contaba entonces con ningún tipo de apoyo por parte de las administraciones públicas.
Ya en el siglo XXI, el Fomento del Turismo de Mallorca se enfrenta al reto que marcan los tiempos, a la misma necesidad de asumir los cambios que exige el sector turístico. Se va quedando atrás el turismo de sol y playa lo mismo que quedó atrás, hace décadas, el turismo de luna de miel.
Las decisiones unipersonales y polémicas tomadas por el actual presidente del Fomento, Miquel Vicens, a lo largo de su mandato no deben empañar la labor de sus antecesores, que tanto han hecho por el Fomento del Turismo y por el turismo en Mallorca. Fueron notables las ausencias ayer en la cena de gala en el Castell de Bellver, en la que no estaban ni la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, ni el delegado del Gobierno, Ramon Socías, entre otros. Y en cambio estuvo sentado en la mesa presidencial el periodista Pedro J. y su pareja, que nada han hecho nunca ni por Mallorca ni por el Fomento del Turismo. No se puede tirar por la borda la imagen de la entidad ni sus cien años de historia por una decisión «personal» del presidente del Fomento que compromete a toda la junta directiva. Le falta sentido institucional a Miquel Vicens.