La conferencia de presidentes convocada por Zapatero para el día 10 de septiembre debería dar una solución definitiva a la financiación autonómica, un problema que amenaza la situación financiera de las comunidades debido, sobre todo, al incremento de la población que debe ser atendida en los hospitales públicos. La última propuesta del Gobierno central al Govern ha sido la de incrementar en 12 millones de euros la aportación para mejorar la financiación sanitaria. El Ejecutivo autonómico balear decidió ayer «no asumir» la oferta cuando el déficit sanitario estaba fijado en el año 2003 en más de 140 millones de euros anuales. Además, el Gobierno de Zapatero ha propuesto a las comunidades autónomas que aumenten los impuestos de hidrocarburos y de electricidad para sacar más dinero con el objetivo de financiar la sanidad balear.
El problema es grave y no parece que el Govern tenga el respaldo del Gobierno central para solucionarlo. La financiación de la sanidad balear parece que debe ir ligada a un incremento de impuestos, pero no es nada razonable que una comunidad como Balears, que tanto dinero aporta a las arcas del Estado por los distintos impuestos, tenga tantos problemas para financiar su sistema de salud. Y lo que es peor: que sean los ciudadanos de Balears los que financien una mejora de financiación con el pago de más impuestos. Desde el punto de vista formal, si el Govern gestiona la sanidad tendría que buscar recursos económicos a través de los impuestos que gestiona, pero el lastre financiero que se arrastra es demasiado pesado y Balears no puede asumir en solitario un déficit tan elevado. Y lo peor es que el Gobierno de Zapatero hace propuestas que no solucionarán ninguno de los problemas del Govern.