Balears parece estar condenada a no entenderse con el Gobierno central en temas que son esenciales para esta Comunitat. El convenio de carreteras ha provocado la enésima controversia entre ambas administraciones hasta el punto de que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero está dispuesto a firmar el acuerdo con los consells, al margen del Govern. ¿Ha sido desleal Zapatero con el Govern, como sostiene el president Jaume Matas? En principio, todo apunta a que sí. En la reunión que mantuvieron ambos dirigentes en Palma con motivo del encuentro de la Alianza de Civilizaciones, Zapatero accedió a firmar un uuevo acuerdo con el Govern sin que en esta decisión pesara la situación de los convenios precedentes, recurridos ante los tribunales. Sin embargo, en la propuesta que ahora ha hecho al Govern, se asegura que estos dos convenios previos quedarán anulados y, como es obvio, el Govern se niega a firmar.
Partiendo de la base cierta de que el Gobierno no ha cumplido su palabra, lo cierto es que, más allá de quién salga en la foto en el momento de la firma, lo importante es que las inversiones lleguen. El Ejecutivo está tratando de encontrar una fórmula que le permita sancionar el acuerdo con las instituciones insulares, algo complejo desde el punto de vista jurídico. En cualquier caso, si la fórmula aparece, la firma de un convenio entre el Gobierno central y los consells es la solución más lógica si se tiene en cuenta que las instituciones insulares son las competentes en la planificación de las carreteras. Puede que el Gobierno no haya actuado con lealtad, pero tampoco lo sería que el Govern ponga pegas e impida que quien firme sean los consells. Quien perdería en ese caso son todos los ciudadanos de Balears.