Ante la doble crisis que se vive en Balears, la económica y la política "derivada de los recientes desacuerdos entre UM y el resto de los partidos del Pacte", todos los partidos con representación parlamentaria deberían hacer un ejercicio de responsabilidad para alcanzar un gran acuerdo en defensa de los intereses de Balears y de todos sus ciudadanos. Obviamente, en estas difíciles circunstancias se debe contar con el PP, que no olvidemos que fue el partido que obtuvo más respaldo en las últimas elecciones autonómicas y a punto estuvo de conseguir la mayoría absoluta.
Los líderes de las dos formaciones más importantes de las Islas, Antich y Estaràs, deben sentarse en una mesa y negociar los asuntos imprescindibles para salir de la actual crisis económica de la mejor manera posible. Y sumar voluntades y puntos de vista comunes. Debería llegarse a un acuerdo que no excluya a nadie y que no sea contra nadie. Un gran pacto en el que todos los partidos participasen con sus propuestas para dar estabilidad a las instituciones e impulsar un mensaje de confianza a unas empresas y a unas familias cada vez más preocupadas por su futuro más inmediato. Con docenas de empresas que cierran sus puertas y trabajadores que cada día engrosan las listas del paro, los políticos no se pueden permitir más frivolidades. No es el momento de enfrentamientos sino de aunar esfuerzos con unos objetivos comunes que son las que demanda la sociedad balear.
El president del Govern debería dar el primer paso y negociar con la líder del PP, sin que ello signifique la ruptura del actual pacto de gobierno. Con la actual situación es descabellado convocar elecciones autonómicas. Balears no se puede parar ahora. Sería un error de irreparables consecuencias. El Govern debe seguir trabajando más unido que nunca y llegar a los acuerdos necesarios con el PP para lograr superar estos difíciles momentos.