La encuesta realizada por el Instituto de Estudios Sociales (IBES) para Ultima Hora tras la dimisión de Rosa Estaràs como presidenta del PP ha puesto de manifiesto que los votantes de la formación popular no han comprendido la marcha de la ex presidenta. Ni se creen los argumentos aducidos por Estaràs para dejar el cargo ni creen que la decisión pueda mejorar la situación interna del PP. De hecho, de los posibles motivos de la dimisión de Estaràs, la enfermedad es el argumento menos creíble para los votantes del PP. Apenas el 17'7% de los electores acaba de creerse que Estaràs haya dimitido por un problema cardiaco. La mayoría opina, por el contrario, que Estaràs ha dimitido al estar acosada por la corrupción o por su incapacidad para unir al partido. La gestión de Estaràs al frente del PP también evidencia el malestar existente entre los propios votantes. La marcha de Estaràs ha dejado el partido más desunido, sostienen la mayoría de los propios electores del PP.
La encuesta, por lo tanto, deja en evidencia la decisión de Estaràs. Además de inoportuna, la dimisión de la ex presidenta no se interpreta desde el punto de vista personal. Es decir, muy pocos creen que los problemas de salud hayan obligado a Estaràs a dejar el cargo. Por el contrario, los electores creen que Estaràs buscaba una salida anticipada para abandonar un partido azotado por los problemas internos y por la corrupción. Los votantes del PP juzgarán en el futuro a sus dirigentes, pero es evidente que la marcha de Estaràs al Parlamento Europeo ya era un movimiento difícil de entender. Su dimisión como presidenta era algo que se veía venir porque era difícil dirigir un partido como el PP desde la distancia. El problema de Estaràs han sido las formas, el momento elegido. Su marcha no ha convencido a casi nadie.