Balears encabeza la lista de comunidades autónomas con mayor presión fiscal, un dato dado a conocer por el Consejo Económico y Social (CES) en su memoria correspondiente al pasado ejercicio. Los ciudadanos de las Islas tributan un 18'25 por ciento más que la media de los españoles en el cómputo global de impuestos estatales, autonómicos y locales. El dato confirma estudios previos en la misma línea y que, conviene recordarlo ahora, la nueva fórmula de financiación debería corregir. En la misma línea, los ayuntamientos de nuestro archipiélago han incrementado en doce años un 162 por ciento el importe de sus tributos.
El actual escenario de la presión fiscal en Balears es ya insostenible por injustificada y por acabar suponiendo un lastre al crecimiento económico de los principales sectores productivos, una dinámica que debería romperse para no seguir incrementando el desfase entre lo que pagan los ciudadanos y los servicios que reciben de las instituciones. Liderar la relación de comunidades que más tributan no libera a las Islas de ocupar las primeras posiciones del abandono escolar, la saturación de los servicios sanitarios, la falta de centros educativos "miles de estudiantes acuden a aulas que son auténticos barracones", unas conexiones aéreas caras e insuficientes, una red viaria que precisa obras de ampliación y mejora en numerosos trazados... Todas estas carencias, que para ser corregidas necesitan de importantes inversiones públicas, nos empobrecen.
Por enésima ocasión hay que reclamar de nuestros políticos medidas que reparen este agravio sistemático a los ciudadanos de Balears, sometidos a una depredación fiscal permanente.